Datos
Silla Portuguesa tapizada a mano con cinta de algodón reciclado color azafrán.
Trabajo realizado en el estudio por Antonio y Daniel.
Memoria
La silla portuguesa viajó a Andalucía, aprovechando el homenaje se fue a conocer otras tierras, llegó a Granada y después de un largo paseo por la ciudad y la Alhambra, decidió buscar un recuerdo que llevarse de esa impresionante ciudad. Quizás una foto, no, mejor un vestido con el que acudir a las fiestas de la noche lisboeta. Buscando por las calles de la ciudad vio que las sillas de su época llevaban trajes de enea, una planta cuyas hojas secas se trenzan sobre estructuras de madera, pero no encontró a nadie que se lo hiciera. De pronto, en una vieja mercería, encontró un ovillo de algodón reciclado, y pensó que se podría trenzar como la enea. Dicho y hecho, un bonito traje hecho a mano, como se hacen las cosas con sentimiento, en un color alegre, como es Andalucía.
¿Mi nombre? Carmen, como los jardines de las laderas del Albaicín que miran a la Alhambra, como la mujer andaluza, como la música que suena en sus calles.