El proyecto del Estudio de Soledad Sevilla emerge de un proceso de colaboración que arrancó diez años atrás en el interés mutuo y compartido por las arquitecturas agrícolas de la vega de Granada, y de forma más específica, por los secaderos de tabaco. Casas de sombra y aire es la denominación de la línea de investigación planteada por nuestra parte sobre su origen como arquitectura industrial, su desarrollo constructivo popular, su poética, su materialidad y su capacidad de entenderse como espacios reciclables. Estos valores inspiraron una prolífica producción artística por parte de Soledad Sevilla, quizás con un mayor acento en su carácter efímero, sus veladuras, la luz que las traspasa y la huella de un tiempo transcurrido según sus propias palabras. Este conjunto de obras que se manifiestan tanto en el ámbito de la pintura como en el de la escultura, nutrieron posteriormente el proyecto del nuevo estudio de trabajo de la artista, un espacio que se aloja en la propia vega, en el perímetro del área urbana de la villa de Otura.
El proyecto ocupa una pequeña parcela de proporción alargada y se divide en dos bandas longitudinales, principal y auxiliar, que miran en dirección norte abriéndose hacia la vega, ocupada por un olivar de regadío. En la fachada contraria, casi urbana, el volumen edificado se pliega hacia el sur protegiéndose del soleamiento veraniego con una celosía triangular de geometría similar a la de los secaderos cercanos pero en un formato de mayor escala. Una conexión entre ambas edificaciones, estudio y secadero, que enlaza en un recorrido geométrico y biográfico las investigaciones de ambos, arquitecto y artista. La misma geometría en una escala menor, perfora las carpinterías de acceso para aligerar su presencia y dibujar las sombras del suelo del patio. De esta manera, un solo recurso geométrico en distintos formatos, resuelve mediante diversos filtros y celosías las relaciones del proyecto y el lugar. Bajo el estudio se aloja un almacén que se ilumina a través de dos patios.
Por último, una cubierta en forma de ala plegada cubre la banda principal elevándose para captar la luz norte del olivar circundante. De igual manera la cubierta se despega del plano horizontal en dirección sur para captar el aire cruzado, aunque en este caso protegido por la misma celosía cerámica de esa fachada.
The Soledad Sevilla artist studio project arises from a collaborative process that began ten years ago in the mutual and shared interest in the agricultural architecture of the Vega de Granada, and more specifically, in the tobacco drying sheds. Houses of shade and air is the name of the line of research proposed by us about its origin as industrial architecture, its popular constructive development, its poetics, its materiality and its ability to be understood as recyclable spaces. These values inspired a prolific artistic production by Soledad Sevilla, perhaps with a greater emphasis on their ephemeral nature, their veiling, the light that passes through them and the trace of time that has passed, according to her own words. This set of works, which are manifested both in the field of painting and sculpture, later nourished the project of the artists new work studio, a space that is housed in the fertile plain itself, on the perimeter of the urban area of the village of Otura.
The project occupies a small plot of elongated proportion and is divided into two longitudinal bands, main and auxiliary, facing north, opening towards the plain, occupied by an irrigated olive grove. On the opposite façade, almost urban, the built volume folds towards the south, protecting itself from the summer sun with a triangular latticework with a similar geometry to the nearby drying sheds but on a larger scale. A connection between both buildings, studio and dryer, that is a geometric and biographical journey of the research for both, architect and artist. The same geometry on a smaller scale perforates the access carpentry to lighten its presence and draw the shadows on the patio floor. In this way, a single geometric resource in different formats resolves the relationships of the project and the place through various filters and lattices. Under the studio there is a warehouse that is illuminated through two courtyards.
Finally, a roof in a form of a folded wing covers the main band, rising to capture the northern light from the surrounding olive grove, the generated plane serves as support for photovoltaic production. Similarly, the roof is detached from the horizontal plane in a southerly direction to capture the cross air, although in this case it is protected by the same ceramic lattice of the exterior façade.
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